“El arte tiene el poder de reconectarnos con nuestra esencia y generar bienestar. Es un compañero constante, capaz de ayudarnos a navegar todos los estados emocionales, creando un espacio donde encontrarnos y reconocernos.

Mi obra busca construir un lenguaje visual y una simbología que abarque las múltiples facetas de la experiencia humana: nuestras criaturas internas, el placer y el duelo, las contradicciones y las singularidades. Aspiro a crear un refugio visual que invite a la reflexión, casi un lugar para el ritual, un espacio que conecte con quienes somos y refleje la complejidad del tiempo en el que vivimos.
“Mezclo diversas referencias y me fascina investigar las creencias que nos han hecho y nos hacen humanos, fusionando lo artesanal y lo tradicional con las posibilidades de las nuevas tecnologías, para construir un puente entre el pasado, el presente y el futuro”.